Segunda entrega de la serie de vídeos que formó parte de las ‘Crónicas Irreverentes’ de Luis Fernández Siles, publicadas durante el match Carlsen-Anand.
En efecto, Capablanca se entrenaba muy poco, según toda la información disponible que se conoce. Y posiblemente en 1927, aún menos que diez o quince años antes; pués tenía mucha más seguridad en si mismo que, por ejemplo, cuando compitió en San Sebastian en 1911. Además, probablemente no estaba bien preparado psicológicamente para una dura lucha, como la que finalmente tuvo lugar en el match.
Por si fuera poco. El cubano, después de perder, cometió otro grave error: insistió en cambiar las reglas para la disputa de un match de revancha. En mi opinión, debió haber jugado con las mismas que en 1927, aunque en esta ocasión, la regla del empate 5-5, favoreciese al nuevo campeón, Alekhine. Pero fue demasiado beligerante en su defensa de un encuentro con un número de partidas limitado. Y sus relaciones con Alekhine empeoraron definitivamente. Aun con las reglas de 1927, un Capablanca, esta vez sí dispuesto a luchar hasta el final; creo que hubiese vencido a Alekhine, digamos en 1929.
Anonymous 16:50, diciembre 02, 2013
En efecto, Capablanca se entrenaba muy poco, según toda la información disponible que se conoce. Y posiblemente en 1927, aún menos que diez o quince años antes; pués tenía mucha más seguridad en si mismo que, por ejemplo, cuando compitió en San Sebastian en 1911. Además, probablemente no estaba bien preparado psicológicamente para una dura lucha, como la que finalmente tuvo lugar en el match.
Por si fuera poco. El cubano, después de perder, cometió otro grave error: insistió en cambiar las reglas para la disputa de un match de revancha. En mi opinión, debió haber jugado con las mismas que en 1927, aunque en esta ocasión, la regla del empate 5-5, favoreciese al nuevo campeón, Alekhine. Pero fue demasiado beligerante en su defensa de un encuentro con un número de partidas limitado. Y sus relaciones con Alekhine empeoraron definitivamente. Aun con las reglas de 1927, un Capablanca, esta vez sí dispuesto a luchar hasta el final; creo que hubiese vencido a Alekhine, digamos en 1929.
Antonio Miguel.