Me refiero a la famosa partida Bronstein-Rojahn (URSS-Noruega), Olimpiada de Moscú 1956, tantas veces comentada, incluso por su principal protagonista, el GM David Bronstein.
Muchos lectores recordarán la sorprendente apertura de dicha partida:
1 e4 e5 2 Cf3 Cc6 3 Ac4 Cf6 4 Cg5 d5 5 exd5 Ca5 6 d3 h6 7 Cf3 e4
En este momento, Bronstein realizó un sorprendente sacrificio de pieza, 8 dxe4!!?, y acabó ganando brillantemente.
Hablando de esta partida en nuestras charlas madrileñas, muchos años atrás, Bronstein, gran conocedor de las partidas clásicas, me comentó que la idea se le había ocurrido estudiando las partidas de Morphy, y que estaba seguro de que éste habría jugado así si alguien le hubiese planteado dicho avance. Efectivamente, no hay ninguna partida de Morphy (con blancas) en la que nadie le juegue 7 … e4. Sin embargo, si hay un par de ellas, con negras, en las que él efectúa ese avance (contra Arnous de Rivière, Londres 1859, y en la partida en consulta contra Fiske, Fuller y Perrin, Nueva York 1857).
La enorme imaginación de Bronstein y su atrevimiento para plantear las jugadas y variantes más insospechadas han sido de sobra mencionados. Menos conocido es su sentido de la responsabilidad como jugador de equipo. Conocedor de que Rojahn jugaría la Defensa Dos Caballos, la noche anterior pidió permiso a sus compañeros de la selección soviética para plantear un sacrificio tan azaroso.
Bronstein ganó porque era un jugador muy superior. La jugada, sin embargo, es bastante dudosa. Después de esta experiencia, sólo se ha planteado en una veintena de partidas, con un pobre resultado para las blancas.
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JAIRO TANGARIFE C. 19:46, abril 12, 2011
La partida de 38 jugadas,se puede ver en «Chessgames.com». Es la número 521