SUMARIO
Prólogo: EL SIGLO QUE SE FUE
1 LASKER EN LOS CIELOS
La predestinación de Enmanuel Lasker
Las figuras más destacadas
Match con Marshall (1907)
Match con Tarrasch (1908)
Match con Janowski (1909)
Match con Schlechter (1910)
¿No hay enemigo fácil?
¿Cuál era su secreto?
2 CAPABLANCA ENTRA EN ESCENA
Infancia y match con Juan Corzo
En Estados Unidos
Frank Marshall, K.O.
San Sebastián, 1911
El año mágico de Rubinstein
Exhibiciones en Europa y Sudamérica
3 LA GRAN ILUSIÓN: EUROPA EN QUIEBRA
Gestación de un fenómeno
San Petersburgo, 1914
Mannheim y la Gran Guerra
La odisea de los jugadores rusos
4 CAPABLANCA, REY DEL MUNDO
Ajedrez en Norteamérica
Negociaciones con Lasker
El match con Boris Kostic
De nuevo en Europa
El Campeonato Mundial de 1921
Londres, 1922
5 LOS LOCOS AÑOS VEINTE Y EL HIPERMODERNISMO
Réti y las nuevas ideas
Nimzovich y su sistema
Savielly Tartakower y Max Euwe
Sensación en Hastings
De Viena a Moravska Ostrava
La reaparición de Lasker
Alekhine triunfa en Baden-Baden
Carlsbad, 1929
6 LA POPULARIDAD DEL AJEDREZ EN LA URSS
El ajedrez en Rusia
Los primeros maestros
El padre del ajedrez ruso
Alekhine gana el primer Campeonato
La hora de Romanovsky
El retorno del hijo pródigo
Otra vez Bogoljubov
La fiebre del ajedrez: Moscú, 1925
7 LAS PRIMERAS OLIMPIADAS
Nacimiento de la FIDE
Londres, 1927
La Haya, 1928
Hamburgo, 1930
Praga, 1931
Folkestone, 1933
Varsovia, 1935
Estocolmo, 1937
8 EL DRAMA DE BUENOS AIRES
Negociaciones
El aspirante se prepara
Nueva York, 1927
Alekhine vence a Capablanca
9 EL IMPERIO DE ALEKHINE
Capablanca busca la revancha
Bogoljubov reta al campeón
Primer match con Bogoljubov
San Remo, 1930
Bled, 1931
Match-revancha con Bogoljubov
Euwe se proclama campeón mundial
Alekhine recupera el título
10 LAS NUEVAS ESTRELLAS
Las figuras de los años treinta
El match Botvinnik vs Flohr
Moscú, 1935 y 1936
La Olimpiada de Munich
Nottingham, 1936
Semmering, 1937
El gran torneo AVRO
La Olimpiada de Buenos Aires
11 HA ESTALLADO LA PAZ
El Campeonato Absoluto de la URSS
Torneos en la Europa ocupada
Los que la guerra se llevó
El match por radio EEUU-URSS
Otros eventos
Últimos días de Alekhine
12 BOTVINNIK, CAMPEÓN DEL MUNDO
La FIDE toma el mando
Memorial Staunton. Groninga, 1946
Memorial Treybal. Praga, 1946
URSS vs EEUU, 1946
El Campeonato Mundial de 1948
La Olimpiada de Dubrovnik
13 EL HOMBRE QUE PUDO SER REY
David Bronstein
Moscú vs Praga
El primer Torneo Interzonal
Isaak Boleslavsky
La conspiración de Budapest
Botvinnik vs Bronstein
El récord de Kotov
América, América: Najdorf vs Reshevsky
14 LA UNIÓN SOVIÉTICA DEBUTA EN LAS OLIMPIADAS
El desembarco de Helsinki
En la Venecia del Norte
Moscú, 1956
800 años de la capital de Baviera
15 SMYSLOV Y LA ERA BOTVINNIK
Un ajedrecista alabado por Alekhine
Estrellas de los años cincuenta
Zurich, 1953, Candidatos
El Campeonato Mundial de 1954
Gira de la selección soviética
Amsterdam, 1956, Candidatos
Smyslov, campeón del mundo
Botvinnik recupera la corona
16 TAL, EL TERRORISTA DEL TABLERO
El prodigio de Riga
Primeros éxitos
Campeón de la URSS por partida doble
El trapecista sin red
El Interzonal de Portoroz
Yugoslavia, 1959, Candidatos
Botvinnik vs Tal, 1960
Olimpiada de Leipzig
Índice de partidas y posiciones
Índice descriptivo de aperturas
Índice codificado de aperturas
Prólogo
EL SIGLO QUE SE FUE
Es el siglo más violento y destructivo
de la historia, pero también el más rico
en descubrimientos científicos y
tecnológicos, y el que más movimientos
artísticos produjo.
YEHUDI MENUHIN
El ajedrez no es un universo paralelo, ni está encerrado en una burbuja.
El ajedrez es una de las manifestaciones más hermosas del juego que nos ha dado la vida y en ella, en el mundo, se inscriben su quehacer y su historia.
Los ajedrecistas sienten, aman, son felices o infelices, sufren enfermedades y decepciones y, a veces, tienen éxito ante el tablero y en su vida personal, es decir, como todo el mundo. Esto subraya el carácter humano del ajedrez, esa maravillosa lucha intelectual.
En plena pandemia del coronavirus, en la que la humanidad trata de sobrevivir a una peste negra futurista vivida en el presente, el superhombre de Nietzsche se ha convertido en una hormiga asustada.
Este mapa de los principales acontecimientos ajedrecísticos en el más violento de los siglos se ha ido forjando conforme al proverbio laosiano “hoy tejemos y mañana tejeremos”, con la paciente minuciosidad con que la araña teje su tela o su red. Probablemente habrá omisiones, porque no se nos ha dado el don de la omnisapiencia y porque los seres humanos estamos fatalmente limitados. Recopilar y sintetizar los hechos y eventos más importantes del ajedrez en el siglo pasado es tarea hercúlea que ha estado a punto de aplastarnos.
El libro no es sólo un relato: es también un homenaje a los intérpretes y protagonistas de esos hechos, los jugadores de ajedrez, cuyos principales buscadores del oro ajedrecístico y magos del tablero arlequinado, han impreso en letra de fuego su huella en la historia del rey de los juegos, a lo largo y ancho del siglo veinte. No todos son héroes. Como en la vida, también hay jugadores de segunda fila y antihéroes, algunos de los cuales nos han dejado creaciones estelares y memorables. Así es el mundo y así es la naturaleza humana en su complejidad e interacción dialéctica.
Que juguemos en presencia de nuestros rivales o por los caminos astrales de Internet, nada podrá parar al ajedrez mientras la humanidad siga en pie. Disfrutar del rey de los juegos es un placer de dioses que alguien puso al alcance de los humanos. Las sutilezas de una maniobra lógica con que se gana un difícil final de torres, una ocurrencia paradójica en la apertura, una maravillosa combinación o salvar la partida en posición aparentemente desesperada son, en cierto modo, revelaciones creativas, epifanías que nos teletransportan al país de la felicidad.
Como debería ser obvio, he procurado que la narración de los hechos ajedrecísticos fuese lo más objetiva posible, mientras que la selección o mención ocasional de acontecimientos históricos, científicos o socioculturales tiene un carácter mucho más subjetivo y personal, de modo que se habrán quedado fuera numerosos eventos de importancia. Sólo son apuntes o pinceladas de contexto para situar el acaecer ajedrecístico en el teatro de la realidad global y como tales hay que considerarlos.
El ajedrez es vida, el ajedrez es mundo y sus piezas, esos seres de madera en apariencia inanimados, se movilizan y disponen a la acción tan pronto como entran en contacto con nuestra mente… Se le ha llamado el juego eterno porque, como en el mito de Sísifo, siempre se vuelve, en un perpetuo retorno, a la mágica posición inicial, en la que las piezas, dispuestas en orden de combate, entablan, una y otra vez, una lucha interminable de poder a poder entre dos inteligencias y dos voluntades.
El siglo veinte se ha ido para no volver. Pero sus grandes acontecimientos en el tablero escaqueado merecen ser rescatados y valorados, en lo que ha sido, a la vez, el peor y el mejor de todos los tiempos.
Ahora bien, ¿es el jugador un pequeño dios que decide el destino de sus piezas? Como en un relato de Bioy Casares, es posible que no seamos sino proyecciones de nosotros mismos y que tal vez nuestro libre albedrío no sea más que la ilusión de que habló, en uno de sus hermosos poemas, Jorge Luis Borges, sugiriendo que aunque sea el jugador quien mueve las piezas, quizá esté siendo movido, a su vez, por dioses o entes superiores.
Después de todo, y como sugiere la física cuántica, tal vez el universo entero no sea más que un holograma y nosotros simples proyecciones mentales que viajamos, en un mundo caótico e incierto, hacia tiempos que desearíamos mejores, con fe y esperanza en el futuro de la humanidad.
Hoy jugamos al ajedrez.
Mañana jugaremos al ajedrez.
Antonio Gude
Rogelio 02:22, enero 26, 2022
El Capa el más grande de todos los tiempos. Si hubiera nacida en la era de los ordenadores, ni alfa cero le gana.
Jose 17:28, septiembre 24, 2021
No estaría de más que se pudiese acceder a algunas pocas páginas del libro para poder ver cómo es.