Como dice Andy Soltis, en uno de sus libros, Botvinnik cultivó en sus memorias el mito del héroe que vence a la adversidad. Según él, en su temprana juventud estaba rodeado de numerosos enemigos que le plantearon todo tipo de obstáculos en su camino hacia el éxito, y sólo pudo triunfar gracias a un enorme esfuerzo de voluntad y a un cúmulo de milagrosas circunstancias. Un mito que también fue adoptado, en mayor o menor medida, por otros jugadores soviéticos, como Korchnoi, Petrosian, Karpov, Kasparov y Kamsky.
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Anonymous 21:47, noviembre 16, 2014
Viacheslav Ragozin, analista de Botvínnik, era Vicepresidente de la FIDE durante los años de reinado del Patriarca del Ajedrez Soviético cuando falleció en 1962 ¿Coincidencia? Saludos. Armando.
Anonymous 18:31, noviembre 15, 2014
Aunque hay verdad en lo que dice. No está mal recordar que Botvinnik, con buenas relaciones con el poder soviético, fue comparativamente a otros jugadores de su país, un privilegiado. Sólo a él le dieron el derecho a un match de revancha sí perdía el título. Y el duelo de 1961 se llevó a cabo en Moscú, sin tener en cuenta la opinión del entonces campeón, Mihail Tal, que si no me equivoco, tal vez hubiese preferido que se jugara en Riga. En 1963, poco antes del encuentro por el título con Tigrán Petrosian, le quitaron ese privilegio a la revancha. Pero sólo porque la URSS, para entonces, ya no podía monopolizar totalmente la FIDE, como hizo en los años 40 y 50. Lo justo hubiera sido, una vez establecido ese derecho para Botvinnik, que Smyslov, en 1959, y Tal, en 1962, a su vez, jugasen un nuevo duelo por el título, que fuese definitivo. Pués al año siguiente, se presentaría como aspirante el vencedor del torneo de candidatos.
Antonio Miguel.