La fiesta del ajedrez
A. Gude, Ediciones Tutor, 2001
Introducción
Juego el juego por el juego mismo
Sherlock Holmes
Usted se encuentra en un rincón cualquiera del mundo y una esquina de ese rincón se ilumina de pronto con una luz deslumbrante: la silueta de unas piezas de ajedrez, que asoman en una mesa, capta su atención. Todo lo que pasa a su alrededor deja, en realidad, de pasar desde ese mismo instante. Para usted sólo cuenta la luz que irradia aquel rincón. El lugar puede ser un modesto mesón, perdido en algún paraje indigno de recordar, un refugio de montaña, el compartimiento de un tren o el paisaje más urbano de un café cualquiera. La situación siempre es, más o menos, la misma: dos seres afortunados se encuentran jugando una partida de ajedrez, lo que le produce un intenso escalofrío. Siente entonces la atracción de una fuerza irresistible que le lleva a acudir de inmediato a aquel rincón, para participar, al menos como espectador, de la magia que acaba de darse cita en su circunstancia.
Que se encuentre en el más remoto lugar de la península ibérica, en Noruega o en la Patagonia, sabe ya que esas dos personas y usted hablan el mismo lenguaje: los tres disfrutan del enorme privilegio de estar invitados a una fiesta que, sin embargo, no es, en absoluto, exclusiva. La fiesta está abierta y todos pueden participar en ella. Basta con que expresen su deseo y éste se hará realidad. No hay sueño más fácil de realizar en esta vida y, al mismo tiempo, quizá tampoco más rico y ambicioso.
Arte, ciencia, juego, deporte. Hace siglos que se debate la verdadera naturaleza del ajedrez, sin que se llegue a ninguna conclusión definitiva. Tampoco el autor contribuirá a enriquecer ese debate, porque en realidad sería una forma de empobrecerlo, de contribuir a la confusión. Es más: creo que es un debate bizantino y sin objeto. ¿Por qué? Porque el ajedrez es todas esas cosas y muchas más.
Es evidente que el ajedrez está impregnado de concepciones artísticas, pero también matemáticas y científicas, así como de elementos deportivos: la lucha por ganar, por superar al adversario y por superarse a uno mismo. Pero unos y otros factores se imbrican entre sí. Por ejemplo: ¿no existe belleza en la geometría con que se ejecuta una formación estratégica, o en la perfección con que se juega un final de torres? ¿No es científica la exactitud de cálculo de una maniobra combinativa que es puro arte en su concepción?
En la diversidad está la riqueza. Cada cual puede encontrar en el ajedrez aquello que más le guste y con lo que más disfrute. Unos lo hallan en su belleza intrínseca. Otros, en su carácter competitivo, en el desafío mental que supone. Otros, en la armonía que se desprende de su estrategia. No pocos en la placidez que supone disfrutar de una partida de café, compartiendo un rato con un buen amigo. Incluso me atrevo a aventurar que este tipo de sensación significa haber alcanzado la mayor sabiduría a que puede aspirar el hombre.
Quisiera recomendar el ajedrez como forma de terapia suprema. ¿Le duele la cabeza? Juegue al ajedrez. ¿Tiene problemas profesionales o económicos? Juegue al ajedrez. ¿Le ha dejado su mujer? Juegue al ajedrez. ¿Es el ajedrez el remedio contra todos los males? Sí. ¿Es el autor un fanático del ajedrez? Es más que evidente: sin atenuantes y con alevosía. Pero ese hecho no excluye que el ajedrez sea inmensamente rico y ofrezca a todo el mundo un patrimonio de inagotables maravillas.
En este libro he tratado de hacer partícipe al lector de una pequeña porción de esos tesoros lúdicos: problemas, estudios artísticos, espectaculares miniaturas, las partidas inmortales, curiosidades, confrontaciones atípicas, humor, anécdotas, récords, citas y algunos datos útiles, como los campeones y campeonatos del mundo. Cierto que todo eso es insuficiente. Aquel que quiera ahondar en las mil y una noches de nuestro juego, llegará a encontrarse con millares de descubrimientos sin fin, con la advertencia de que sólo encuentra aquél que busca con entusiasmo y con un ánimo abierto y receptivo.
Si no ha entrado todavía en la fiesta, acérquese sin dudarlo y podrá participar en ella: la entrada es libre y sin condiciones. El ajedrez es una tentación irresistible y maravillosa. Entre, con paso decidido, en la fiesta del ajedrez y nunca se arrepentirá.
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Anonymous 22:19, septiembre 22, 2012
La compilación sobre novelas de ajedrez la pueden encontrar en: http://www.ajedrezyucatan.com/yucatan_escribe/Novelas%20de%20Ajedrez.pdf
Antonio Gude 20:01, noviembre 20, 2011
No, rechesqui, no me molestó. Tú eres un fan 5 estrellas del ajedrez y personas como tú no pueden molestarme. Simplemente, el tema de que hablaste quedó zanjado en su día y no tengo nada que reprocharme ni que añadir.
rechesqui 19:43, noviembre 20, 2011
Espero que no te haya molestado mi comentario anterior.
El primer libro de ajedrez que leí con auténtca pasión fue «Ajedrez brillante» de Máximo Borrell tendría 12 años y desde ese momento adoré todo lo relacionado con éste juego.La fiesta del ajedrez me parece un libro maravilloso de esos de tipo caleidoscópicos que no abundan en la bibliografía del ajedrez.En el capítulo humor,anecdotario y récords de la fiesta, me hace mucha gracia EXTRAÑA COSTUMBRE,recatas de «El deporte en la URSS»:»En la XVI Olimpiada Mundial de Ajedrez,durante el match URSS-España,Mijail Botvinnik,que estaba jugando su partida contra Antonio Medina,se dirigió a A.Kotov,capitán del equipo soviético:
-Mi rival no me deja concentrame.Se pone a silbar.
Kotov de inmediato le hizo una advertencia al capitán del equipo español.Éste agitó la cabeza abatido:
-¡Mal van las cosas!
-¿Por qué?
-Medina se pone a silbar cuando su posición es catastrófica.
A los pocos instantes Botvinnik ganó la partida.
Jajaja,¡la anécdota es mu buena!
rechesqui 21:27, noviembre 19, 2011
Ah! y otra cosa me molestó mucho las diferencias que tuvistes con mi otro buen amigo Alfonso Romero,gran valiente de la edición de libros! Tenemos que estar unidos.Aunque entre tú y yo tenías sobradas razones para el cabreo!
Anonymous 21:23, noviembre 19, 2011
jorge esquivel-ajedrez y literatura
jairo
rechesqui 21:03, noviembre 19, 2011
Sólo decirte que siempre me has llegado al alma como escritor de ajedrez.Has transmitido tanta pasión e ilusión como todos los autores especializados chessísticamente en lengua castellana juntos,y no exagero.No te lo dice ningún aficionado,no tengo mucho nivel de juego aprox Elo 1900-2000(ya decía Bronstein lo del numerito antes del nombre..),pero eso sí he leído muuuchooo y lo que me queda.¿¿Tú sabes lo que me ha ayudado a sobrellevar las cargas de la vida??? Amo el ajedrez! su riquísima historia y lo mucho que te ofrece!.Olé por gente como tu!
rechesqui 19:20, noviembre 19, 2011
Gracias Jairo, interesante la información de los textos colombianos.
Antonio, ésta introducción siempre me fascinó, me pasa igual que con la de TCM
Antonio Gude 18:06, noviembre 19, 2011
Gracias, Jairo, por tan valiosa información, pero no veo la página de Esquivel que mencionas.
Anonymous 17:38, noviembre 19, 2011
El ajedrez ha despertado el interés de numerosas personas. Textos de interés escritos por colombianos.
-Grandeza y miseria de Bobby Fischer, Darío Valencia Restrepo, 2008
http://www.valenciad.com/Columnas/200801.pdf
-El mago de Riga. Autor: Pablo Arango, Revista El Malpensante, 2009
http://www.elmalpensante.com/index.php?doc=display_contenido&id=409
-Perseguido por las furias, Un retrato urgente de Bobby Fischer (1943-2008). Autor: Pablo Arango, Revista El Malpensante.
http://www.elmalpensante.com/index.php?doc=display_contenido&id=72
-Héctor Rojas Herazo: Confesión total de un patiero. Biblioteca digital Luis Ángel Arango
http://www.lablaa.org/blaavirtual/publicacionesbanrep/boletin/boleti5/bol2425/hector5.htm
-Boris es la enciclopedia viviente del ajedrez colombiano. Luis H. Aristizabal. Biblioteca digital Luis Ángel Arango
http://www.lablaa.org/blaavirtual/publicacionesbanrep/boletin/boletin68/boculybi50a.htm
Jairo
Anonymous 17:32, noviembre 19, 2011
Antonio:recomiendo la lectura de la compilación que sobre «El ajedrez y la literatura» hace Jorge Esquivel.
Libros que reseña:
-La Tabla de Flandes por Arturo Perez-Reverte
-La Variante Luneburg por Paolo Maurening
-La Defensa por Vladimir Nabokov
-Ulises 2300 por Antonio Malpica
-Amphytrion por Antonio Ignacio Padilla
-La torre herida por el rayo por Fernando Arrabal
-La jugadora de ajedrez por Bertina Henrichs
-El ocho por Katherine Neville
-La vida que se va por Vicente Leñero
-La máquina de ajedrez por Robert Lorh
-El jugador de ajedrez por Olga Romay
-Zugzwang por Ronan Bennett
-Gambit por Rex Stout
-El arte del estudio de ajedrez por Zoilo R. Caputto
-The Queen’s Gambit por Walter Tevis
-King’s Gambit: A Son, a Father, and the World’s Most Dangerous Game por Paul Hoffman
-Even More Complete Chess Addict por Mike Fox
-A history of chess por H.J.R. Murray
-The 64-Square Looking Glass: Great Games of -Chess in World Literature por Burt Hochberg
Jairo
Fani 15:22, noviembre 19, 2011
Tengo este libro, es uno de mis favoritos, imprescindible para cualquier amante del ajedrez
Daveg 15:08, noviembre 19, 2011
Me ha encantado! Escribes de forma excepcional maestro!
Antonio Gude 14:59, noviembre 19, 2011
ReinaBlanca. Sí, es la introducción a ‘La Fiesta del ajedrez’.
ReinaBlanca 14:54, noviembre 19, 2011
¡Qué preciosa historia! ¿Es de un libro suyo?