ajedrez, septiembre 14, 2011

LA PRIMERA JUGADA

Del libro EL AJEDREZ DE TORNEO (Zurich 1953, Candidatos)
Ed. Fundamentos/Aguilera, 1984, pp. 461-62
Introducción a la partida nº 172, Boleslavsky-Taimanov

Por David Bronstein

¿Constituye la primera jugada realmente una ventaja? Esta cuestión, que cada jugador se plantea a sí mismo, no es fácil de responder.
En ese sentido, no puedo sino acordarme de Vsevolod Rauzer, un notable maestro y teórico, que proclamó la fórmula «1 e4 y las blancas ganan». Esto probablemente haya sido una boutade, pero en cada boutade hay una parte de verdad. La convicción de Rauzer de que abrir el juego con el peón de rey daba ventaja definitiva a las blancas, mientras que con el peón de dama no se conseguían más que tablas, le llevó a analizar extensamente una gran variedad de poderosos sistemas de ataque en la apertura, como en la Siciliana, la Francesa, la Ruy López, la Caro-Kann y otras. Naturalmente, es cierto que no fue la fuerza intrínseca de 1 e4 lo que tuvo decisiva importancia en las numerosas victorias de Rauzer, sino que, sobre todo, ello se debió a su original talento, a su infrecuente sentido lógico y a su capacidad de cálculo. Los ataques Rauzer y las variantes Rauzer permanecen vivos y siguen empleándose hoy en día, pero las negras pueden defenderse satisfactoriamente contra ellos. El intenso trabajo analítico de variantes forzadas como un método de lucha en la apertura (que fue un arma terrible en manos de jugadores como Morphy, Chigorin, Pillsbury, Alekhine, Fine y Botvinnik), puede ser usado tanto por las blancas como por las negras. Una variante preparada y con jugadas forzadas puede caer en una refutación igualmente forzada, como ocurrió en varias partidas de este torneo. No existe el jugador de ajedrez infalible y esto puede aplicarse tanto al juego ante el tablero como a los análisis caseros. Esto significa, en otras palabras, que no hay modo de obtener ventaja en la apertura. Hay, sin embargo, otra interpretación de la estrategia en la apertura, a saber, que no es imprescindible realizar las mejores jugadas, sino que basta con efectuar jugadas buenas.
Esta era la actitud creativa de, por ejemplo, Lasker y Capablanca, y lo es, ahora, de Smyslov.
La ventaja de apertura, en este caso, es considerada como la posibilidad que tienen las blancas de elegir el sistema de desarrollo que mejor convenga a su gusto, concediendo a su personal capacidad creativa la mayor libertad posible.
La estadística –un método digno de confianza para el estudio de los fenómenos de masa– demuestra que actualmente existe una ventaja de apertura para las blancas. En cada importante torneo en el que se hayan efectuado cálculos estadísticos, durante varios períodos históricos, la ventaja blanca ha quedado patente en términos numéricos de partidas ganadas. Esta ventaja con blancas debe ser considerada una tendencia que, aun manifestada en decenas o centenares de partidas, no podría influenciar el resultado de una partida determinada. Sería extremadamente interesante investigar esa tendencia en forma de cortes históricos, por ejemplo, ¿ha aumentado o disminuido el porcentaje de victorias con blancas en nuestro tiempo, en relación con veinte, cincuenta o cien años atrás?
Puedo, por mi parte, aportar una particularidad. He observado que cuanto más fuerte es un torneo menos influencia ejerce el derecho a la primera jugada sobre los resultados de los encuentros. Este puede demostrarse, por ejemplo, en el Match-Torneo por el título mundial de 1948 y en el Campeonato del Mundo de 1951, en el que las blancas ganaron cuatro partidas y las negras seis, así como en otras muchas competiciones. ¿Significa esto que en el futuro el derecho a la salida no permitirá conseguir ventaja alguna? El tiempo lo dirá.
En esta partida el lector encontrará un «modelo» Boleslavsky sobre una bien preparada y calculada apertura, a la que sigue una transición orgánica a un medio juego combinativo y de ahí se pasa a un interesante final ganado para las blancas. Finalmente, una ingeniosa contracombinación de Taimanov y…

(Tablas en 60 jugadas).
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2 comentarios

  1. Antonio Gude 16:58, septiembre 14, 2011

    Cierto, Jairo. Los jóvenes se dejan impresionar mucho por la supuesta «refutación» de una variante o de una línea. Pero la refutación es refutada y también la contrarrefutación. Por eso, la enorme variedad del ajedrez y el campo de investigación que ofrece son tan atractivos e indominables. Aquí la moda es tan importante como en París o en Milán… La apertura invencible está claro que no existe.

  2. Anonymous 13:59, septiembre 14, 2011

    Saludos, Antonio:
    La variación de Richter-Rauzer de la Defensa Siciliana (también conocido como el Ataque Richter-Rauzer), fue denominada en honor de él y el maestro Alemán Kurt Richter.
    Sirndo como soy, un GM(Lease Gran Marrano del ajedrez), me atrevo a insinuar que si existiese una única mejor apertura, todo el mundo con blancas siempre la haría y la mejor prueba de que no existe es la de que todos los Campeones Mundiales presentan en su historial multiples aperturas.
    Jairo