Un jovencísimo Samuel RESHEVSKY contra el campeón de EEUU, Frank James Marshall. Observa Albert Hodges, un destacado jugador norteamericano. El niño prodigio está bien abrigado e incluso juega con guantes… + .
Esta fotografia debe ser de 1920, al llegar a Estados Unidos. Por entonces Reshevsky no iba a la escuela, y sólo se dedicaba al ajedrez. Más tarde, hacia 1924, sus padres decidieron que debía dedicar más tiempo a instruirse. Y abandonó temporalmente el ajedrez.
No cabe duda de que Reshevsky tenía un talento inmenso. Pero, lo desaprovechó, pués no estudiaba suficiente teoría de aperturas; sufriendo constantes apuros de tiempo. Y por otra parte, a menudo no era práctico. Al menos esa es la opinión de Kasparov.
Hubiese sido mejor para él, que alguien le hubiera asesorado adecuadamente, tanto en el terreno técnico como psicológico. Pero, al parecer, eso no ocurrió. Quizá por la rarezas de carácter del norteamericano. Desde luego, en EE.UU., medios era lo que sobraban. A diferencia de lo que le ocurrió al genio español, Arturo Pomar. Qué tuvo que pagar de su bolsillo, su estancia en el Interzonal de 1962. Y la federación de ajedrez no le facilitó ni siquiera un entrenador.
Anonymous 18:06, septiembre 27, 2012
Esta fotografia debe ser de 1920, al llegar a Estados Unidos. Por entonces Reshevsky no iba a la escuela, y sólo se dedicaba al ajedrez. Más tarde, hacia 1924, sus padres decidieron que debía dedicar más tiempo a instruirse. Y abandonó temporalmente el ajedrez.
No cabe duda de que Reshevsky tenía un talento inmenso. Pero, lo desaprovechó, pués no estudiaba suficiente teoría de aperturas; sufriendo constantes apuros de tiempo. Y por otra parte, a menudo no era práctico. Al menos esa es la opinión de Kasparov.
Hubiese sido mejor para él, que alguien le hubiera asesorado adecuadamente, tanto en el terreno técnico como psicológico. Pero, al parecer, eso no ocurrió. Quizá por la rarezas de carácter del norteamericano. Desde luego, en EE.UU., medios era lo que sobraban. A diferencia de lo que le ocurrió al genio español, Arturo Pomar. Qué tuvo que pagar de su bolsillo, su estancia en el Interzonal de 1962. Y la federación de ajedrez no le facilitó ni siquiera un entrenador.
Antonio Miguel.