El momento en que a alguien se le ocurrió representar el chaturanga en forma de juego no puede fecharse históricamente, pero no puede ser anterior al modo de organización del ejército, a imagen y semejanza del cual se creó ese juego.
Sabemos, y está perfectamente documentado, que el ajedrez existía en el siglo VII d.C., y que por entonces ya había llegado a Persia. Pero algunos autores han esgrimido hipótesis fantasiosas, según las cuales la existencia del ajedrez se remontaría a 5.000 años atrás.
Seguir la pista a esas teorías nos lleva a Sir William Jones (1746-1794), quien en su ensayo de 1790, On the Indian Game, alude al único pasaje en sánscrito conocido que hace referencia al ajedrez. En dicho pasaje (procedente de los Bhavisya Purana) se describiría un ajedrez para cuatro con dados, y Jones concluyó que este ajedrez era una modificación del primitivo ajedrez, sin dados, para dos. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que las opiniones exageradas eran moneda corriente entre los autores del siglo XIX, y la supuesta antigüedad de la literatura en sánscrito no escapaba a tales prejuicios.
Sea como fuere, el ensayo de Jones suscitó una nueva opinión, en el capitán Hiram Cox, quien, en su On the Burmha Game of Chess (Acerca del juego de ajedrez birmano) (1), afirmaba que el ajedrez para cuatro era una forma rudimentaria de ajedrez, y que el ajedrez para dos era una modificación evolucionada de aquél. El historiador Duncan Forbes (1798-1868) retomó la idea y la convirtió en una teoría completa, que Murray resume así:
La teoría Cox-Forbes, en pocas palabras, es ésta: un ajedrez primitivo para cuatro, con dados, se practicaba en la India hace unos 5.000 años. Como resultado de la acción de ciertas reglas, o bien por la dificultad de contar con los cuatro jugadores, el ajedrez fue convirtiéndose gradualmente en otro para dos. En una época posterior, las ordenanzas civiles y religiosas contra el uso de los dados condujeron a la desaparición de los dados de este juego y, finalmente, por una redisposición de las piezas, surgió el juego del ajedrez tal y como era conocido por persas y musulmanes.
Esta teoría se basaba exclusivamente en evidencias que demostrasen la previa existencia del ajedrez para cuatro. Cuando el profesor Albrecht Weber (1821-1901) demostró (2) que la evidencia era harto dudosa, puesto que se basaba en un texto indio que, a su vez, hacía referencia a un Purana, los historiadores abandonaron la teoría. Por otro lado, incluso si la teoría de Forbes tuviese una remota verosimilitud, sus 5.000 años deberían recortarse considerablemente, pues los eruditos modernos sitúan a los Purana hacia el año 500 a.C.
Teniendo en cuenta que, después del tiempo de Alejandro Magno, los griegos mantuvieron durante varios siglos un estrecho contacto con la India, van der Linde considera que el silencio de los escritores griegos, en cuanto a la existencia anterior del ajedrez, es una evidencia de la inexistencia del mismo. El profesor D. W. Fiske (1831-1904) resumió, en una síntesis magistral, la posición de los historiadores respecto a la antigüedad del ajedrez:
Antes del siglo VII de nuestra era, la existencia del ajedrez en cualquier país no es demostrable con la más mínima evidencia documental o fiable. Más allá de aquella fecha, todo son impenetrables tinieblas (3).
Un experto en el estudio de los juegos, Stewart Culin, planteó otra teoría acerca de la antigüedad del ajedrez (4), según la cual el ajedrez es un derivado de los juegos de carreras, y sus ancestros son los siguientes: 1) un juego de carreras para dos; 2) pachisi, juego de carreras para cuatro; 3) ajedrez para cuatro, con dados (chaturaji); 4) ajedrez para dos. Es decir, una tentativa por profundizar en el árbol genealógico de la teoría Fox-Corbes.
Aun admitiendo que, generalmente, los historiadores no reconocen como válida la teoría Cox-Forbes, Culin sigue así:
…la relación del ajedrez con un juego de dados anterior, como el Pachisi, parece evidente. El estudio comparativo de los juegos conduce a la creencia de que prácticamente todos los juegos como el ajedrez, practicados sobre tablero, fueron precedidos por juegos en los que las piezas se movían de acuerdo a los dados, o por palos, como en el Nyout coreano, en el Tab egipcio y en muchos juegos americanos aborígenes.
Murray estima que «todavía falta por determinar que el pachisi o el chaupur sean juegos más antiguos que el ajedrez» y le parece poco creíble la hipótesis de que, si el ajedrez fuese el desarrollo de un juego de carreras, algún reformador tuviese que reconvertir la nomenclatura de las piezas a fin de hacerla coherente con un juego de guerra.
(1) Asiatic Researches, Londres, 1801.
(2) En varias conferencias, pronunciadas ante la Real Academia de Ciencias de Berlín, entre 1872 y 1874.
(3) Daniel Willard Fiske, The Nation, Nueva York, 7.6.1900, página 436.
(5) Chess and Playing Cards, Washington, 1898.
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